Avalancha arrastró puente provisional en El Ángel
San José, (elpais.cr) - El puente provisional, tipo Bailey, instalado el lunes pasado sobre el río El Ángel, en Cinchona, la zona del epicentro del terremoto del 8 de enero que sacudió a Costa Rica, fue arrasado ayer en la mañana por una cabeza de agua.
El puente había servido para que pasara maquinaria pesada en la montaña que rehabilitara la deteriorada vía, y había permitido la reactivación parcial de la fábrica de conservas El Ángel.
La estructura metálica tendrá que ser reubicada en otro punto, pues en el sitio en el que estuvo hasta la madrugada del miércoles se ensanchó el cauce del río, explicó la ministra de Obras Públicas y Transportes, Karla González.
González destacó que propietarios de fincas en la zona ofrecieron sus terrenos para habilitar el paso a través de sus terrenos, por lo que ingenieros de la institución valoran nuevas rutas para instalar nuevamente el puente.
Más amenazas
Un estudio de la Escuela Centroamericana de Geología, de la Universidad de Costa Rica (UCR), dado a conocer el lunes por este medio, advirtió que la acumulación de sedimentos en las partes altas de la cuenca del río Sarapiquí y de otros ríos y quebradas de la zona del terremoto, podrían deslizarse cuando los suelos empiecen a recibir agua, en la estación lluviosa.
Dicha acumulación de material se produjo por el terremoto del 8 de enero en Cinchona, región Central Norte del país, que dejó un saldo de 23 muertos, siete desaparecidos, cien heridos, dos mil 300 refugiados, más de 135 mil afectados y pérdidas por unos cien millones de dólares, entre otros.
Según explicó el director interino de la Escuela de Geología de la Universidad de Costa Rica, Luis Obando, se debe poner especial atención en esas comunidades para evitar desastres.
Julio Madrigal, Jefe de Prevención y Mitigación de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), comentó que conocen la situación y que existe todo un protocolo para evacuar la zona.
"Con el primer evento bajaron avalanchas que saturaron el canal original del río. Con las lluvias, bajarán más avalanchas y los pobladores deben estar preparados para las evacuaciones", añadió.
Elena Badilla Coto y Luis Obando Acuña, geólogos encargados de elaborar el estudio, dijeron que a fin de minimizar los efectos dañinos de los peligros, se requiere la implantación de una campaña agresiva de prevención constante en el tiempo.
Explicaron que en las zonas altas existe una elevada concentración de materiales que se mueven con el agua hacia los valles, por lo general a altas velocidades, y pueden comportarse como oleadas por la obstrucción temporal del canal de transporte.
Indicaron que en la zona hay diversos tipos de materiales presentes como lavas y cenizas (tobas) de finas a gruesas. Además, son materiales in-consolidados y susceptibles a la erosión rápida, depositados en topografía abrupta con cañones de ríos profundos en las partes altas, no así en las partes bajas.
El estudio establece que las zonas potenciales de erosión y de inundación por flujos de lodo ocupan una área aproximada de aporte de sedimentos a causa de deslizamientos de 200 kilómetros cuadrados.
Además, el área aproximada de sedimentación o de afectación es de unos cien kilómetros cuadrados, por lo que Badilla y Obando proponen realizar un Inventario detallado de deslizamientos.
Valoración
Entre tanto, funcionarios de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), continúan realizando la valoración del terreno en zonas afectadas como Poasito, Fraijanes y Sabana Grande, entre otras comunidades cercanas al epicentro del terremoto de 6.2 grados en la escala Richter.
Según el geólogo Julio Madrigal esta labor se ha concluido en Carrizal, Los Cartagos, San Rafael y Vara Blanca, donde 86 viviendas fueron evaluadas y al menos 56 no pueden volver a reconstruirse en este mismo lugar. Las familias que las habitaban deben ser reubicadas en forma definitiva a otro lugar.
Mientras tanto, el Ministerio de Vivienda y el Banco Hipotecario de la Vivienda, tiene ubicadas cuatro fincas en la Virgen de Sarapiquí y Poás, donde se podría ubicar a 200 familias que nunca podrán volver al lugar del desastre.
Entre tanto, por primera vez en cincuenta años, el tradicional desfile de boyeros que se celebra cada 2 de febrero en Venecia de San Carlos, fue suspendido por razones de fuerza mayor, informó este miércoles radio Santa Clara, emisora de la Iglesia Católica en la Región Huetar Norte.
La Asociación pro-museo la Casa del Boyero confirmó, en un comunicado, que la actividad se canceló por solidaridad con las personas damnificadas por el terremoto del pasado 8 de enero.
El desfile de boyeros es una cincuentenaria tradición que los sancarleños celebran con motivo de las fiestas patronales en honor a la Virgen de La Candelaria.
Los organizadores afirman que la proximidad geográfica con la región afectada, así como los vínculos comerciales, culturales y sociales los impulsaron a cancelar el desfile.Sin embargo, la organización cultural aseguró que continuará trabajando en los proyectos relacionados con la cultura boyera de Costa Rica.http://www.elpais.cr/articulos.php?id=2268
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