Costa Rica, Lunes 12 de enero de 2009
/EL PAÍS
Familias huyen de la zona afectada por temor
Corresponsal
San Miguel de Sarapiquí. Asustados por las réplicas de los últimos días, varias familias de este y otros pueblos aledaños han comenzado un éxodo en busca de seguridad.
Ayer a las 9:30 a. m., Gerardo Quesada Ramírez y su esposa, Estrella Otoya, dejaron su casa, situada a escasos 50 metros de la escuela de esta comunidad alajuelense, para viajar hacia Ciudad Quesada.
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En la mudanza les ayudó Gerardo Otoya, hermano de la mujer. Ellos tardaron dos horas en cargar un camión con los enseres de la que por cinco años fue su vivienda.
El jefe de familia dijo abiertamente que se iban por temor a un sismo igual o más fuerte que el que se produjo la tarde del pasado jueves 8 de enero.
“Desde ese día no ha dejado de temblar y desde entonces no hemos tenido tranquilidad, no hemos podido conciliar el sueño. Por eso decidimos marcharnos”.
Gerardo Quesada señaló que el terremoto agrietó el piso de algunos dormitorios y la cocina de su casa de habitación.
“No vamos a esperar que otro sismo violento la derribe y nos aplaste”, expresó Quesada.
Escenas idénticas se observaron ayer en Colonia Toro Amarillo, en el cantón de Valverde Vega. José Francisco Aguilar y su vecina Arlen Ramos decidieron lo mismo.
Ambos se instalarán provisionalmente en Río Cuarto de Grecia, con sus respectivos parientes.
Arlen Ramos dijo: “No se puede vivir pensando en la posibilidad de que la tierra nos trague, como le sucedió a quienes vivían en Cinchona (de Sarapiquí)”.
En Marsella de Venecia, San Carlos, siete familias buscaban ayer nuevo techo porque sus casas fueron dañadas por el terremoto.
FOTOS
En busca de un nuevo destino
‘Más pobres..., pero con vida’
Nombre: Arlen Ramos
Edad: 24 años
Vecina: Colonia Toro Amarillo
“El terremoto cambió nuestras vidas, nos obliga a partir a otro pueblo y con un futuro incierto, pero ledoy gracias a Dios porque sigo con vida. Toda nuestra familia salió con vida, más pobre sí, pero con vida”.
‘Es duro, pero Dios nos ayudará’
Nombre: Elizabeth Rodríguez
Edad: 56 años
Vecina: Cariblanco, Alajuela
“Yo perdí mi casa y no me quedó más alternativa que dejar el pueblo; ahora estoy pensando adónde me voy a ubicar junto con mi esposo y tres hijas. Lo que estamos viviendo es muy duro, pero no perdemos la fe en Dios”.
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