lunes, 12 de enero de 2009

Nación: Se reducen esperanzas de hallar más sobrevivientes

Costa Rica, Lunes 12 de enero de 2009

/EL PAÍS

Terremoto 6,2 Balance preliminar es de 18 muertes

Se reducen esperanzas de hallar más sobrevivientes

Terrenos está muy inestable, abundan los derrumbes y ya han pasado tres días

Director del OIJ también ve muy difícil lograr extraer todos los cadáveres

Álvaro Murillo y Otto Vargas | alvaromurillo@nacion.com

Cinchona, alajuela. Tres jornadas de rescate completas han transcurrido desde el terremoto del jueves, cientos de toneladas de tierra cubren aún a personas, casas y carretera, y el terreno se sigue moviendo.

Las condiciones son más que adversas para las esperanzas de hallar más sobrevivientes entre las decenas de lugareños o visitantes desaparecidos tras el terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que golpeó con furia las montañas del sector este y norte del volcán Poás.

No menos de 18 víctimas mortales figuran en el registro de la Cruz Roja, pero la lista de desaparecidos ronda los 60 nombres, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), u 85, de acuerdo con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

Todas las instituciones, sin embargo, están de acuerdo en algo: la posibilidad de encontar sobrevivientes es casi nula.

“Es casi imposible. Tendría que ser algo milagroso. Aunque nunca se puede descartar, pero son muy escasas las posibilidades y dependería de que la persona cuente con una cápsula con ingreso de oxígeno”, dijo Jorge Rojas, director del OIJ.

Con base en el diagnóstico más conservador de las autoridades, el terremoto habría acabado con al menos 80 vidas.

Ante tal expectativa, los cuerpos de socorro centran ahora sus esfuerzos en la extracción de los cadáveres, al menos de los que se tienen localizados. Algunos sin embargo, yacen en lugares del todo inaccesibles.

Hay sitios donde huele a muerte. Hay brigadas de socorristas con perros entrenados para intentar localizar más fallecidos. En los techos de algunas casas hay marcas que parecen lápidas.

Un agente del OIJ contó que un equipo se alegró mucho al oír ruidos debajo de unas latas semienterradas, pero la decepción fue inmediata al descubrir unas gallinas.

“Yo le voy a decir algo. Si encontramos gente con vida es porque están resucitando”, expresó el policía en la plaza de San Miguel, Sarapiquí, punto de aterrizaje de unos 10 helicópteros que ayer no paraban de ir y venir con gente, equipo de rescate y utensilios.

Muy peligroso. Uno de los objetivos de los cuerpos de rescate es garantizar su propia seguridad en un terreno tan inestable que los socorristas dejan un lugar por la noche y al volver, por la mañana, lo ven distinto.

“Un solo sismo de 3 grados puede desplomar todo esto. Queremos salir lo más rápido posible. Es una zona sumamente peligrosa”, manifestó el presidente de la CNE, Daniel Gallardo.

Juan Ignacio Chaves, geólogo de la CNE, redondeó el diagnóstico: “El material ha seguido deslizándose. No ha dejado de temblar. Todo el terreno está fracturado”, dijo.

Estas condiciones permiten a las autoridades judiciales pensar en que quizá nunca podrán extraer todos los cuerpos, por más horas y miembros que dediquen los cuerpos de socorro, incluidas las decenas de voluntarios y baquianos.

“Por el mapeo que hemos hecho, sabemos que será difícil, pero haremos todo lo posible”, dijo Rojas, una de las cabezas de los cientos de personas que trabajan en rescate.

La morgue provisional instalada en la Escuela de San Miguel se mantendrá “el tiempo que sea necesario”, aunque se calcula que pasarán varias semanas antes de finalizar las tareas.

Rojas expresó que es poco probable que aumente la lista de desaparecidos, pues han hecho un intenso trabajo para censar a los pobladores, con base en reportes de los sobrevivientes y en los medidores de agua y luz de las aldeas.

Fuente: http://www.nacion.com/ln_ee/2009/enero/12/pais1836421.html.

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